SEPTIEMBRE es el mes del Amor y la Amistad. Y por eso, en el corazón de las celebraciones colombianas permanece intacto un protagonista indiscutible: el Aguardiente Néctar, insignia de la Empresa de Licores de Cundinamarca (ELC). Con más de un siglo de historia, esta bebida no solo se ha consolidado como un referente de tradición y sabor, sino también como un símbolo de unión, amistad y orgullo regional.
La más reciente campaña publicitaria lo deja claro: “Las mejores amistades se celebran con Néctar”. Una frase que resalta la esencia del aguardiente más querido de Cundinamarca, invitando a compartir momentos inolvidables alrededor de la mesa, en fiestas, conciertos y encuentros familiares.
Un legado que evoluciona
Fundada en 1905, la Empresa de Licores de Cundinamarca comenzó con la producción de esencias y perfumes, hasta convertirse en una de las licoreras más importantes del país. Desde entonces, Néctar ha sabido reinventarse, adaptando su portafolio a los nuevos tiempos sin perder la autenticidad que lo caracteriza.
Con presentaciones como el Néctar Dorado y el Néctar Azul, la marca ha alcanzado reconocimientos internacionales gracias a la calidad de sus procesos y el perfeccionamiento de su sabor. La modernización de sus plantas, la innovación en empaques y la apuesta por la sostenibilidad han fortalecido aún más la imagen de un aguardiente que no es solo bebida, sino también cultura.
El mes del aguardiente
Septiembre suele convertirse en un mes clave para las ventas de Néctar. El inicio de la temporada de Amor y Amistad, sumado a la antesala de las fiestas decembrinas, dispara el consumo de licores en todo el país. Según cifras de la ELC, en esta época del año las ventas pueden aumentar significativamente, gracias a la tradición de compartir un brindis en celebraciones sociales y familiares.
Aguardiente Néctar no solo lidera en el mercado interno, sino que también se ha posicionado en el ámbito internacional, llegando a comunidades colombianas en el exterior que mantienen viva la costumbre de llevar a sus reuniones un pedacito de su tierra natal.
El trago que no solo emociona, también pesa en el balance
Néctar no es un actor menor en la escena local. Según distintos reportes del sector, el aguardiente de Cundinamarca concentra alrededor del 11% del mercado nacional de aguardientes. Una participación que, traducida a botellas, ronda las 8,6 millones de unidades por año en periodos recientes. Para ponerlo en contexto: la marca líder (Antioqueño) sostiene más del 60% del mercado, pero Néctar aparece como la segunda jugada fuerte, con un posicionamiento relevante sobre otras licoreras regionales.
Más que un aguardiente
Néctar se describe a sí mismo como “más que un aguardiente”. Y no es exageración: cada botella representa historias de amistad, encuentros inolvidables y el orgullo de una marca que aporta al desarrollo de la región, destinando parte de sus utilidades a la salud, la educación y el deporte en Cundinamarca.
Hoy, cuando se habla de amistad y celebración, el mensaje es claro: si es con Néctar, es con Colombia.