ESPOSADA, En horas de la noche de este viernes entró a la Cárcel de Mujeres «El Buen Pastor», la ex senadora AIDA MERLANO, luego de ser deportada desde Venezuela, y en medio de la gran expectativa que despertó su comparecencia ante la Justicia Colombia, a la que prometió «cantarle» y contarle todo lo que dice saber sobre la corrupción política electoral enquistada en la Costa Atlántica, gracias a la cual, durante décadas, compraron los millones de votos necesarios para mantener el poder en el Congreso y las autoridades del orden regional y nacional, incluso en los órganos de control del Estado.
Esposada, llegó al «Buen Pastor»
La señora MERLANO, que de inmediato fue RESEÑADA, tiene en la mira de su «arsenal» probatorio, al llamado CLAN CHAR, que incluye a su ex amante, el ex alcalde de Barranquilla ÁLEX CHAR, su hermano el ex senador ARTURO y hasta al jefe del emporio familiar y empresarial, FUAD CHAR.
Momento en que era reseñada
En el radar de sus señalamientos también aparecen, por supuesto, los hermanos GERLEIN, uno de los cuales fue su pareja sentimental y mentor político y quien, según ha trascendido, fue la persona que «la convirtió» en congresista para transformarla y en su «punta de lanza» para propagar y extender el poder corrupto y corruptor con el que se hicieron a las curules en el Congreso y accedieron a los más altos puestos estatales.
Incluso, se menciona dentro de su plan de colaboración con la Justicia, al mismísimo expresidente de la República IVÁN DUQUE, quien supuestamente se benefició de esos votos sucios comprados para que venciera en la elección presidencial en la Costa Caribe.
Fuertemente custodiada, fue recluida en una celda especial de seguridad
A su llegada a Bogotá, en una improvisada rueda de prensa, antes de ser trasladada a la cárcel, la señora MERLANO pidió protección para ella y su entorno familiar, al tiempo que le exigió al fiscal general que acelere los procesos penales contra las personas que ella ya ha señalado en entrevistas periodísticas, así como en documentos allegados al ente investigador, información que también salpica a a funcionarios de la propia Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría General,y sobre quienes la Corte Suprema de Justicia ya compulsó copias para que sean procesados penalmente.