EL PODER DE DIEGO MARÍN, alias «Papá Pitufo», considerado el capo de capos del contrabando y del lavado, llegó a ser de tal magnitud, que tenía en su supuesta nómina a ministros de Estado, generales de la República, congresistas y funcionarios de todo tipo de rango. De hecho, según lo denunció el propio presidente GUSTAVO PETRO, intentó infiltrar su campaña presidencial.
Es que, en una reciente audiencia pública en la que se le imputaron cargos al presunto capo, la Fiscalía reveló información según la cual alias «Pitufo» pagó a un ministro de Defensa del Gobierno DUQUE, para que sacara de la Policía Nacional a un general que le era incómodo para sus negocios criminales.
Alias «Pitufo» ya es rotulado como prófugo de la Justicia colombiana, y actualmente se encuentra refugiado en Portugal, con una orden de captura en su contra, con fines de extradición. De hecho, en las últimas horas, el propio presidente PETRO anunció que está en contactos con el gobierno de ese país, para que agilice la entrega del presunto delincuente y sea enviado a Colombia, donde lo esperan cargos y acusaciones por graves delitos relacionados con el contrabando, lo que incluiría delitos como Lavado de Activos, Enriquecimiento Ilícito y Testaferrato.
El jefe de Estado, en su cuenta X, denunció que alias «Pitufo» intentó infiltrar con dineros sucios su campaña presidencial, por lo que le ha ofrecido al propio sindicado todo tipo de garantías jurídicas y carcelarias, para que, una vez en Colombia, cuente todas sus verdades sobre sus negocios sucios y la forma como, prácticamente, tenía infiltrado todos los estamentos del Estado, empezando por la Policía, el Congreso, partidos Políticos y la Justicia.
«Intentó infiltrar mi campaña»: Petro
Sin entregar mayores detalles, ni pruebas, el jefe de Estado hizo graves acusaciones contra MARÍN, anticipando que la Justicia colombiana ya tiene acervo probatorio para llevarlo a una sentencia por sus delitos de contrabando y otros derivados de este.
«La mafia ha penetrado el estado por todos sus poros en medio siglo de su existencia. Por eso la corrupción ya no es simplemente, unas personas podridas, sino que es un régimen, como dijera ÁLVARO GÓMEZ HURTADO, lo dice bien la película brasileña «el mecanismo» de Netflix. Es un sistema de redes que simplemente se vende y lo compran los corruptos que quieren enriquecerse con el dinero del pueblo. Es lo que paso en la UNGRD.
Destruir un régimen no se hace con leyes mentirosas e inocuas como se propuso en pasado referendo, eso es un engaño al pueblo al que roba la corrupción.
No es la labor de cuidado personal, familiar y sobre el gobierno que vigilo, porque no es suficiente, no es suficiente con que yo no robe; la corrupción penetra por todos los poros. La labor transformadora se paraliza si hay corrupción.
La corrupción como régimen, solo se corrige con una revolución social.
El caso Diego Marín, al que le he pedido toda la verdad para Colombia, es una demostración del régimen o del «mecanismo».
Durante 38 años se dedicó a sobornar generales, senadores, jueces, hizo acuerdos presidenciales, para que la Dian quedara en manos de él y del contrabando.
La DIAN se convirtió en la oficina legal del contrabando y con la Polfa de la policía quedaron literalmente a su servicio.
Diego Marín intentó infiltrar mi campaña y mi gobierno.
Le pedí al presidente español, PEDRO SÁNCHEZ, que a pesar de su dinero y su poder multinacional, fuese extraditado; el gobierno español me ayudo y le agradezco, el debe ser juzgado por la justicia colombiana que debe mostrar hasta el último rincón, el régimen poderoso del contrabando y su relación con la diligencia política mafiosa. La industria nacional se lo agradecerá; ahora mismo adelanto gestiones con las autoridades europeas y portuguesas.
Europa no debe proteger las actividades de narcotráfico y el lavado de activos. Destruiría su propia sociedad si lo hace.
Si DIEGO MARÍN dice toda la verdad, me comprometo a protegerlo en su lugar de prisión.
La justicia colombiana tiene una oportunidad como la tuvo con Odebrecht y no quiso. No es la impunidad, los vampiros, no lo digo por la especie animal sino por la fantasía rumana, mueren con la luz del sol»