Un hecho que había quedado en la impunidad durante casi 30 años está ahora en vías de recibir justicia. Jaime Saade, quien fue condenado por el asesinato de la joven colombiana Nancy Mestre, tendrá que enfrentar a la justicia después de que Brasil aprobara su extradición a Colombia.
La decisión del Supremo Tribunal Federal de Brasil se produjo este martes después de que se rectificara un fallo previo que negaba la extradición de Saade. En aquel entonces se había argumentado que el crimen había prescrito en Brasil.
Sin embargo, la Sala Segunda del STF consideró que el asesinato de Nancy Mestre fue un «feminicidio» y que este tipo de delitos no deberían prescribir. Este fue el argumento que permitió la aprobación de la extradición de Saade.
Para Martín Mestre, padre de la víctima, la noticia ha sido un alivio después de una larga lucha por hacer justicia. A sus 80 años, el hombre investigó y rastreó a Saade hasta Belo Horizonte, Brasil, para lograr que se hiciera justicia por la muerte de su hija.
«Es el placer del deber cumplido como padre. Lo que le hicieron a mi hija, esa tortura que ejecutaron sobre ella, no debía quedar en la impunidad», dijo Martín Mestre en una entrevista con el diario colombiano El Heraldo desde su casa en Barranquilla.
El caso de Nancy Mestre se convierte así en un ejemplo de la lucha contra la impunidad y la búsqueda de justicia para las víctimas de feminicidio.
Busqueda incansable
Durante muchos años, Martín Mestre ha estado investigando el paradero de Jaime Saade, quien fue sentenciado a 27 años de prisión en 1996 por el asesinato de Nancy Mestre, pero no fue arrestado porque huyó de Colombia dos años antes del crimen.
Después de casi tres décadas de búsqueda, Saade finalmente fue encontrado en Belo Horizonte, Brasil, y arrestado por Interpol en 2020.
Durante todo ese tiempo, el asesino vivió bajo una identidad falsa como Henrique dos Santos Abdala, llevando una vida normal y cómoda junto a su esposa brasileña y sus dos hijos.
Sin embargo, poco después de su arresto, el STF negó la extradición de Saade argumentando que el crimen había prescrito en Brasil.
El crimen
El sueño de Nancy Mestre era estudiar derecho internacional y diplomacia en Estados Unidos. Sin embargo, este sueño fue truncado en la madrugada del 1 de enero de 1994, cuando la joven de 18 años fue asesinada por su novio, Jaime Saade. El padre de Nancy, Martín Mestre, se despidió de su hija esa noche antes de que Jaime la llevara a celebrar Año Nuevo. Pero cuando Mestre se despertó a las 6 am, descubrió que Nancy no había regresado a casa.
Desesperado, Mestre salió a buscar a su hija en las discotecas cercanas, pero no tuvo éxito. Finalmente, fue a la casa de los padres de Jaime, donde encontró a la madre de este limpiando sangre en el piso. Según ella, Nancy había tenido un accidente y estaba en la Clínica del Caribe.
Mestre corrió al hospital y encontró allí al padre de Jaime, quien le dijo que Nancy había intentado suicidarse y estaba en el quirófano. En realidad, Nancy había sido asesinada por Saade.
Saade fue sentenciado a 27 años de prisión en 1996, pero huyó de Colombia poco después del crimen y vivió una vida normal y cómoda en Brasil bajo el nombre falso de Henrique dos Santos Abdala. En 2020, Interpol finalmente lo encontró en Belo Horizonte y lo arrestó.
Sin embargo, la extradición de Saade fue negada por el STF de Brasil, ya que argumentaron que el delito había prescrito en ese país. Pero recientemente, el STF rectificó su fallo anterior y aprobó la extradición de Saade a Colombia, ya que consideraron que el asesinato de Nancy Mestre fue un «feminicidio» y este tipo de delitos no deberían prescribir.
Para Martín Mestre, la aprobación de la extradición de Saade es un alivio después de una larga lucha por hacer justicia. Espera que el caso de Nancy se convierta en un ejemplo de la lucha contra la impunidad y la búsqueda de justicia para las víctimas de feminicidio.
Como se escapo?
Pero Saade no fue arrestado. En cambio, huyó de Colombia poco después del asesinato de Nancy Mestre y se mantuvo prófugo durante casi tres décadas. Durante todo ese tiempo, Mestre dedicó gran parte de su vida a investigar el paradero del asesino de su hija.
Finalmente, en 2020, Saade fue encontrado viviendo en Belo Horizonte, Brasil, bajo el nombre falso de Henrique dos Santos Abdala. Había estado viviendo una vida normal y cómoda, casado con una brasileña y con dos hijos.
Interpol lo arrestó y, poco después, Colombia solicitó su extradición. Sin embargo, en una sorprendente decisión, el STF negó la extradición de Saade, argumentando que el delito había prescrito en Brasil.
Para Mestre, la negativa a extraditar a Saade fue un golpe devastador. A pesar de haber pasado décadas buscando justicia para su hija, la impunidad parecía triunfar una vez más. Pero Mestre no se ha dado por vencida. En una entrevista reciente, dijo que seguirá luchando por la memoria de su hija y por la justicia que se merece.