Ubicado en la zona central de Colombia, el volcán Nevado del Ruiz está activo nuevamente. Si este volcán decidiera erupcionar mañana, los resultados serían devastadores. Pero, ¿qué tan grave sería realmente? En este artículo, exploramos qué sucedería si el volcán Nevado del Ruiz hiciera erupción mañana.
El Nevado del Ruiz es un volcán cubierto de glaciares, con un cráter que mide 870 x 830 metros coronándolo. Ha exhibido actividad considerable tres veces en los últimos 450 años, siendo la erupción más letal la ocurrida en 1985. A las 9 de la noche del 13 de noviembre de ese año, el estallido de este volcán mató a más de 25.000 personas en lo que se considera como el peor desastre natural de Colombia. Fue la erupción más mortal en Sudamérica y la cuarta a nivel mundial en número de fallecidos tras una sola erupción. En total, este monstruo de la naturaleza expulsó 35 millones de toneladas métricas de material. Al derretirse los glaciares, se desencadenaron lahares violentos. Los lahares son flujos de escombros que incluyen rocas, agua y otros materiales volcánicos. Estos barrieron las laderas del volcán, penetraron los valles fluviales circundantes y golpearon a muchas poblaciones de la región central de Colombia. Armero fue uno de esos pueblos afectados y la tragedia que se vivió ese día permanece fresca en la mente de los colombianos, porque fue completamente borrado del mapa.
Si el Nevado del Ruiz decidiera arrojar lava durante las próximas horas, lo primero que notarías sería una serie de pequeños movimientos telúricos señalando el despertar del volcán. Desde el 24 de marzo, los entes gubernamentales de geología y ambiente de ese país han estado registrando la fracturación de la ladera sur del volcán. Los terremotos y temblores también han venido en aumento, siendo más de 27.000 los reportados hasta principios de abril. La mayor parte de ellos fueron relativamente leves, aunque los más fuertes alcanzaron magnitudes de 3,1 en la escala de Richter. Si la cámara magmática continuara llenándose, la presión aumentaría, lo cual desembocaría en una explosión masiva. La columna eruptiva se elevaría muy alto hacia el cielo, liberando toneladas de cenizas y gases.
Si tú vivieras cerca del Nevado del Ruiz, se te dificultará respirar, ya que estas partículas suelen tener un impacto de largo alcance en la calidad del aire. Las cenizas y los escombros cubrirán las zonas aledañas, bloqueando carreteras, y dañando las cosechas y las fuentes de agua. Todo esto generaría escasez de alimentos y agua, además de daños a la infraestructura. Si las cenizas y los escombros afectaron profundamente una población lejana en 1985, imagina las carreteras. No podrías transitar
La tragedia de Armero: la ciudad blanca que se sumergió en el lodo
Armero era un pueblo próspero ubicado en el departamento de Tolima, Colombia. Su clima cálido y sus tierras fértiles le permitían a sus habitantes prosperar en la agricultura, especialmente en los cultivos de arroz y algodón, lo que le valió el sobrenombre de la «Ciudad Blanca».
Con su propia plaza de mercado, una hermosa calle real y una iglesia blanca, Armero era un lugar de comercio y comunidad donde los campesinos se reunían para comprar y vender productos, asistir a eventos deportivos en el coliseo de pesas y reunirse en la iglesia para orar.
Pero todo cambió el 13 de noviembre de 1985, cuando el volcán Nevado del Ruiz entró en erupción, causando la tragedia más devastadora en la historia moderna de Colombia. La erupción desató una avalancha de lodo, rocas y agua que se precipitó por las laderas del volcán y arrasó con todo a su paso.
Armero fue uno de los pueblos más afectados por la avalancha, que llegó a tener más de 20 metros de altura. En cuestión de horas, la ciudad blanca se sumergió en el lodo, dejando a su paso más de 20.000 muertos y desaparecidos.
Los sobrevivientes recuerdan a Armero con nostalgia y tristeza, como un lugar de gente trabajadora y amable, rodeado de naturaleza exuberante y con una identidad propia que hoy solo vive en los recuerdos. Según los relatos, sus casas grandes con patios extensos y árboles frutales eran un oasis de frescura en el cálido clima tolimense.
La emisora de radio de la época, Radio Armero de RCN Radio, era el medio de comunicación más importante del pueblo y se convirtió en una fuente de información crucial para los sobrevivientes, quienes esperaban ansiosos cualquier noticia sobre sus familiares y amigos desaparecidos.
La tragedia de Armero se convirtió en un hito en la historia de Colombia y marcó un antes y un después en la gestión de desastres naturales en el país. Hoy, la memoria de Armero y de sus habitantes sigue viva en los diarios de los sobrevivientes y en el corazón de todos aquellos que recuerdan la ciudad blanca sumergida en el lodo.