EXCLUSIVO: El prófugo expresidente de la Corte Suprema, ex magistrado LEONIDAS BUSTOS, estaría alistando maletas para regresar a Colombia a negociar una salida jurídica, que ablande su cada vez más grave situación legal, frente a la investigación penal que llevó a que fuera acusado ante el Senado, señalado de ser el máximo cabecilla del llamado “Cartel de la Toga”, el más grande escándalo político-judicial de la historia reciente de Colombia.
Así se lo ha hecho saber a varios de sus amigos y colegas juristas en Colombia, a través de conversaciones y mensajes desde Canadá, país donde se refugia luego de ser declarado prófugo y que en su contra se librara una orden de captura internacional, rotulado como uno de los miembros más visibles del entramado corrupto montado de la mano de abogados, colegas suyos de la Corte y fiscales, para ayudar a políticos procesados por casos de corrupción y alianzas con grupos armados al margen de la Ley.
Leonidas Bustos se esconde en Canadá
LEONIDAS BUSTOS fue presidente de la Corte de Suprema de Justicia durante el gobierno del presidente JUAN MANUEL SANTOS y cuando su gran amigo y confidente era el entonces fiscal general EDUARDO MONTEALEGRE. Desde su enorme poder, alcanzado en parte por apoyar las iniciativas de Paz de SANTOS, el magistrado BUSTOS sirvió a los intereses de los llamados congresistas “parapolíticos”, a quienes se les “colaboró” con los procesos abiertos en su contra en la Sala Penal de la corporación que presidía, en contubernio con otros togados de la talla de FRANCISCO JOSÉ RICAURTE, GUSTAVO MALO, y CAMILO TARQUINO, entre otros ya acusados por los mismos delitos.
Y es que, precisamente, fue la reciente orden de captura librada contra el magistrado TARQUINO, su amigo personal, lo que motivó a BUSTOS a buscar un acercamiento, inicialmente informal, con los investigadores del “Cartel de la Toga” de la Corte Suprema, a fin de que analicen la posibilidad de que pueda regresar a Colombia y se convierta en una especie de “delator”, es decir, testigo de lo que ocurrió.
Camilo Tarquino, expresidente de la CSJ, condenado
Según las fuentes de este portal, BUSTOS se habría quejado ante sus allegados, que “lo dejaron solo” y que teme que su futuro legal no tenga más salida que un arreglo con la Justicia, en el entendido de que se trata del único de los togados involucrados, porque, además, el tiempo corre en su contra ya que se le cierra su espacio de colaboración, si se tiene en cuenta que casi todos los involucrados han optado por colaborar y aceptar los cargos.
LEONIDAS BUSTOS es el único de los procesados que sigue huyendo, y el hecho de que esté siendo buscado internacionalmente, cada vez hace menos llevadera su situación actual en Canadá, considerando su estado de de salud, sus bajos ingresos económicos y, especialmente, las condiciones climáticas y el encierro al que está sometido en ese país norteamericano.
El ventilador de Bustos?
En caso de que evidentemente decida convertirse en “garganta profunda” de este mega-proceso judicial, BUSTOS tiene varias opciones para mitigar el golpe que le significaría una alta condena, similar a las ya impuestas a otros investigados que, incluso, ya aceptaron cargos:
La aceptación de cargos, ligado a una Sentencia Anticipada; beneficios por colaboración eficaz; y acogerse a un Principio de Oportunidad, lo que le dejaría al borde de una especie de “inmunidad” y perdón de la pena, a cambio de convertirse en colaborador y testigo de cargo contra los demás togados, especialmente los que delataría con hechos desconocidos y en contra de los nombres nuevos que mencione en su eventual matriz de colaboración.
La fuente de esta información se pregunta: este “ventilador”, podría salpicar a presidentes de la República, altos funcionarios, ministros, fiscales, abogados, congresistas, incluso otros magistrados que aún permanecen “ocultos” procesalmente, hasta a magistrados de otras altas cortes?
Un abogado consultado por este portal cree que sí, considerando que la única posibilidad de que BUSTOS obtenga beneficios, es que hable “hacia arriba”, es decir que delate a otros supuestos miembros de la organización criminal, personajes que contaban y siguen contando con poder superior al suyo y que, directa o indirectamente, se beneficiaron de ese mismo “Cartel de la Toga”.
Moreno, el eslabón
BUSTOS tiene como referente al exfiscal anticorrupción LUIS GUSTAVO MORENO, quien ya se encuentra en Colombia y goza de libertad, después de su encarcelamiento en Estados Unidos, donde fue capturado por tenencia de dólares producto de actos delincuenciales.
Luis Gustavo Moreno, el testigo estrella
MORENO sigue actuando como testigo de la justicia colombiana y aún posee información contra otros involucrados, según él mismo lo ha hecho saber en entrevistas periodísticas. Este exfiscal fue, precisamente, quien declaró contra BUSTOS y develó la forma como cobraban y recibían las millonarias sumas de dinero a los políticos, a cambio de frenar sus capturas o cambiar las decisiones en su contra.
La gran pregunta que se le ha hecho a MORENO y que se ha negado a contestar, o ha respondido con evasivas, es quién lo llevó a la Fiscalía a ocupar semejante cargo, nada menos que el de Jefe de la Unidad Nacional Anticorrupción, en la época del fiscal general NÉSTOR HUMBERTO MARTÍNEZ.
Se ha especulado con varios nombres, entre ellos el del expresidente GERMÁN VARGAS LLERAS y/o su hermano ENRIQUE VARGAS, pero también se menciona al expresidente CÉSAR GAVIRIA y a GERMÁN BARÓN, entre otros. Lo cierto es que el exfiscal MORENO iba a ser el candidato de CAMBIO RADICAL para el cargo de Defensor del Pueblo, al parecer recomendado por el exvicepresidente.
Será que el exmagistrado BUSTOS guarda ese y otros secretos que estaría dispuesto a entregar a la Justicia? Será que tiene información sobre expresidentes de la República, ex fiscales generales y jefes de Partidos Políticos y Congresistas aún vigentes en la política colombiana?
Esa es la pregunta que comienza a circular entre quienes creen que el expresidente de la Corte sabe mucho y que en efecto va a regresar a Colombia. Sea como sea, se aproxima un ataque nacional de nervios. A comprar VALERIANA, se dijo.