LA VEGA, CUNDINAMARCA, una pequeña población a 40 minutos de Bogotá, cálida y turística, no sale del asombro, la conmoción y el dolor que generó un impresionante caso de violación sexual contra una niña de cuatro años, que era sometida a todo tipo de vejámenes por su padrastro, un hombre de 36 años.
Conmoción, porque en este municipio muy visitado por su clima y variedad ecoturística, nunca había ocurrido un hecho de tal magnitud, como el que ocurrió durante la Semana Santa, cuando se supo de la captura, en flagrancia, del hombre que, al parecer, venía abusando de su pequeña hijastra.
Dolor, por tratarse de una familia humilde que reside en zona rural del municipio, alejada del escrutinio social y con esporádica presencia de la autoridad y donde el Estado casi siempre brilla por su ausencia en materia de campañas sociales, prevención y de bienestar y protección a la niñez.
Y asombro, porque el caso se desveló por la valentía del hermanito mayor de la bebé, un chico que apenas va a cumplir los 15 años, y quien, según se supo, desde hacía tiempo venía sospechando del actuar del esposo de su mamá, a quien, al parecer, ya había sorprendido sometiendo a su hermanita a actos de abuso sexual violentos.
Pero, como ocurre en la mayoría de estos casos, al parecer la mamá se negó a creerle al chico, cuando en varias ocasiones intentó advertirle de lo que su padrastro le hacía a la niña cuando quedaban solos y ella salía a trabajar o a cumplir diligencias en el pueblo.
Algunas versiones, sin confirmar, apuntan a que la madre, presuntamente, “encubría” a su marido, quizás ante el temor de que los abandonara o tomara represalias o, incluso, dejara de estar a su lado. Fue por eso que el jovencito se habría visto en la obligación de tomar una muy arriesgada decisión: grabar a su padrastro cuando estuviera violando a la bebé, de apenas cuatro años de edad.
Y lo hizo una tarde, encaramado en el techo, donde permaneció un tiempo a la espera de que el agresor de su hermanita llegara, como de costumbre, a ejecutar su execrable acto. Todo parece indicar que el jovencito ya sabía de las rutinas de su padrastro, pues el día que decidió grabar, las cosas ocurrieron exactamente como se lo había advertido a su madre.
“El hermanito de 15 años graba unos minutos desde arriba, cuando el tipo se acuesta al lado de la niña y comienza a someterla a los actos depravados”, dijo a este portal uno de los investigadores de la Fiscalía Cundinamarca que conoció del caso.
Pantallazo del video (alterado digitalmente) muestra al agresor en la cama
Agrega que inmediatamente tuvo en su poder la evidencia, le envió el video a su mamá para que por fin le creyera y la alentó a que se presentara ante la P9licía de La Vega, para que sorprendieran al depredador sexual en el acto y pudiera ser capturado en flagrancia. De lo contrario, posiblemente la mamá se negaría a creerle.
Y fue así como una patrulla de la Policía se desplazó en el acto hasta el lugar de la vivienda, sorprendiendo al hombre que aún permanecía acostado, semidesnudo, al lado de la niña. De inmediato se efectuó la captura en flagrancia y el agresor fue llevado a los calabozos mientras se cumplían los trámites judiciales de rigor.
Pantallazo del video (alterado digitalmente para no mostrar la bebé)
Según reportó la misma Policía, una vez puesto a disposición de la Fiscalía, el sujeto, identificado como ÓMAR ANTONIO BRAVO HERNÁNDEZ, fue presentado ante un juez de control de Garantías, que, ante la evidencia de los testimonios del hermanito y del video mismo, que se convirtió en prueba reina, no tuvo más opción que dictarle la Medida de Aseguramiento y enviarlo a la cárcel más cercana.
Ómar Antonio Bravo subía fotos románticas con la mamá de la bebé
Habla la comunidad
Algunos pobladores y residentes de la Vega con los que habló este portal, manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que el agresor quede libre, pese a la Medida de Aseguramiento en su contra. Sin embargo, esta situación fue negad de tajo por la misma Fiscalía de Cundinamarca que conoció del caso, explicando que la Medida judicial que ordenó el encarcelamiento del hombre, tiene agravantes que hace imposible que se decrete una excarcelación en una segunda instancia.
Habitantes de La Vega piden Justicia
Otra preocupación que expresaron los vecinos es que el violador permanezca más tiempo en la cárcel a la que fue enviado, pues no es un centro penitenciario que garantice medidas de seguridad, por lo que el agresor podría fugarse o, en el peor de los casos, quitarse la vida, o ser objeto de atentados por parte de otros presos.
Por eso pidieron que sea enviado a la Cárcel Modelo de Bogotá, donde permanezca hasta cuando se conozca de la sentencia, que, a juicio de los pobladores, debe ser la más alta y fuerte que la normatividad penal permita, tratándose de un hecho de la más absoluta gravedad y ante la contundencia de las pruebas.
También expresaron si inquietud ante la que consideraron “pasiva” actitud del alcalde de La Vega y de la Gestora Social del municipio, pues, aseguran, hasta el momento no han manifestado si ofrecerán a la niña y a su mamá, los planes y programas sociales suficientes que garanticen que la víctima sea tratada médicamente y no sufra las consecuencias sicológicas que una agresión de semejante magnitud le pueda causar.
Otros habitantes llamaron la atención de las autoridades en el sentido de que la mamá de la bebé violada también comparezca ante la Justica y entregue explicaciones, para establecer si era consciente de lo que estaba ocurriendo con la niña y si es cierto, como lo manifiestan algunas versiones, que su hijo mayor le había advertido de tales comportamientos de su esposo.