FUE LA ALCALDESA Claudia López la primera en descubrir y denunciar públicamente, lo que realmente VICKY DÁVILA escondía debajo de su bata de “Periodista Periodista”, al frente de la dirección de la Revista Semana, propiedad del conglomerado económico Gilinsky: La expresentadora pretende ser candidata presidencial del Uribismo y de la Derecha colombiana.
Aunque la exreportera no lo ha confirmado, tampoco lo ha negado. Pero sus apariciones con discursos “Santofimistas” y patrióticos en foros públicos, programados por un sector del empresariado, algunos aliados de la Derecha y del Uribismo, y patrocinados por banqueros y la propia Revista para la que trabaja, evidencian que, en efecto, “La monita”, como le llaman sus ex colegas, sí se dejó seducir por las palmaditas en la espalada que esos mismos auspiciadores le dan en la espalda, cada que fabrica titulares en contra del actual Gobierno, sus medidas, reformas y programas sociales y estrategias de seguridad.
Rodeada de sus nuevos amigos y aliados políticos
Desde muchos sectores, no solo del mismo periodismo y de un grueso grupo de editorialistas y opinadores, como de diversos sectores políticos, le han pedido a la señora DE GNECCO que, de una vez por todas, “salga del clóset” y le diga al país si es cierto, como lo evidencian sus apariciones y escritos en Semana, que quiere presentar su nombre como candidata presidencial. Ella mantiene su silencio con la boca, pero parece confirmarlo con sus hechos.
Lo que sí tiene claro los críticos de la actitud solapada de la expresentadora, es que es evidente que desde las páginas de la Revista, por un lado se dedica a atacar al Gobierno y sus aliados, al tiempo que defiende las causas del expresidente URIBE y sus cómplices, o sus candidatos.
Ética, Periodismo y Política
La periodista CLAUDIA MORALES revivió el debate que, aunque sin mencionarlo, sí parece obedecer al hecho de que la señora DE GNECCO siga usando sus publicaciones como plataforma de campaña y atacando a sus eventuales opositores. Y recomendó leer un escrito de la llamada “Fundación Red Ética Periodística“, publicada por el periódico El Espectador.
La pregunta que deja flotando tal escrito y prende las alarmas es: “Se viola la ética del periodismo al hacer política?”
Por se de interés general, “Chivas y Crónicas” republica el texto del escrito firmado por la opinadora, escritora, periodista y analista de medios ANA CRISTINA RESTREPO:
Ana Cristina Restrepo
“Partamos de que nada impide que un periodista defienda con rigor y convicción su noción de democracia. Ahora, la idea de que se postule para cargos públicos sí está mal vista, de hecho se desaconseja y los códigos éticos de las principales redacciones del mundo lo prohíben.
Si bien algunos consideran que esta es una postura anacrónica —casos como el de Trump o Johnson demuestran que el límite entre medios, política y entretenimiento es cada vez más difuso— la realidad es que cuando la información tiene interés político se convierte en propaganda.
Los periodistas saben cómo usar su don con la palabra, @helenlewis decía en entrevista a @CJR que “los periodistas son políticos peligrosos porque saben cómo ganarse a la multitud, tienen la habilidad de crear narrativas atractivas y pueden salirse de los problemas hablando”.
Ni el activismo político, ni el proselitismo, ni la propaganda son periodismo. Así que es un deber ético del oficio comunicar estas intenciones a la audiencia, pues de lo contrario se está echando a perder el capital más valioso de los medios y el periodismo: la credibilidad.
Un periodismo ético supone una actitud permanente, no un acomodamiento transitorio. Ningún medio o periodista cuya independencia editorial dependa de su interés político de turno, puede ofrecer un servicio real de veeduría y control político a la sociedad.
En tiempos de incertidumbre electoral es crucial que el periodismo transmita confianza, fortalezca la democracia y sea transparente. El acceso a información confiable y creíble es clave para la capacidad de la ciudadanía de deliberar, tomar decisiones y autogobernarse 👇
Es por esta razón que la ética recomienda que el periodista que decida participar en política, como candidato, activista o funcionario, deberá apartarse de sus labores informativas, como un acto de respeto a la verdad y a la responsabilidad social que tiene con sus audiencias”