La producción mundial de cocaína ha alcanzado niveles récord debido al aumento de la demanda tras los confinamientos por la pandemia, según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). El informe indica que el cultivo de la hoja de coca ha aumentado un 35% entre 2020 y 2021, con la aparición de nuevos centros de tráfico en África Central y Occidental. Además, se observa un aumento en el uso de servicios postales internacionales por parte de traficantes para llegar a los consumidores. Europa y América del Norte son los mayores mercados de cocaína, seguidos por América del Sur y Central y el Caribe. A pesar de que el informe indica que los mercados en África y Asia son «aún limitados», el aumento de la producción es una realidad peligrosa. La demanda de cocaína disminuyó durante el confinamiento, pero el informe indica que el suministro mundial de cocaína está en niveles récord. La incautación de cocaína por parte de las autoridades ha aumentado más rápidamente que la producción.
El aumento en la producción de cocaína ha llevado a un aumento en la violencia y la corrupción en los países productores de cocaína, como Colombia y Perú. Los carteles de la droga y los grupos criminales a menudo utilizan la violencia y la corrupción para proteger sus intereses y controlar los territorios de producción.
El aumento en la producción de cocaína también tiene un impacto negativo en el medio ambiente. La deforestación para crear tierras de cultivo de coca y la contaminación causada por los productos químicos utilizados en el procesamiento de la cocaína pueden dañar los ecosistemas locales.
La cocaína es una droga adictiva y peligrosa que puede tener efectos graves en la salud física y mental de las personas que la consumen. El aumento en la producción de cocaína significa que más personas están en riesgo de adicción y sus efectos negativos.
El aumento en la producción de cocaína también puede tener un impacto económico negativo en los países consumidores. El costo de la atención médica y la rehabilitación para las personas que sufren adicción a la cocaína puede ser alto, y los efectos de la adicción pueden limitar la capacidad de las personas para trabajar y contribuir a la economía.
La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto significativo en la producción y el tráfico de drogas, pero el aumento en la producción de cocaína muestra que la industria de las drogas sigue siendo resistente y capaz de adaptarse a los desafíos y restricciones. Esto destaca la necesidad de una acción internacional coordinada para abordar el problema de las drogas y reducir la demanda.