CONMOCIONADOS siguen los uribistas luego de que el llamado «Régimen Chavista» se atornillara más en el poder en Venezuela, tras el muy sospechoso triunfo de NICOLÁS MADURO en unas elecciones que, cada vez, parecen más robadas que ganadas, y que le permite al mandatario venezolano permanecer en el cargo otros cuatro años, hasta el 2029.
Lo llaman «Dictador» y tienen toda la razón, pues ya este será su tercer periodo. Pero olvidan que el mismísimo ÁLVARO URIBE intentó hacer lo mismo: reelegirse por segunda vez y, también, acudiendo a trampas y mentiras, violando la Ley Colombiana, como quedó judicialmente establecido con el llamado escándalo de la «Yidis política», cuando intentó comprar votos para reformar la Constitución a su antojo y amaño.
Los uribistas Fico y el Gobernador de Antioquia, indignados
Pero más allá de eso, los uribistas, en cabeza de su máxima figura, el hoy imputado y acusado ÁLVARO URIBE, fueron los primeros en impulsar la figura del entonces presidente venezolano HUGO CHÁVEZ, quien dejaría el poder en manos de su mano derecha y canciller NICOLÁS MADURO.
En la retentiva «Colombo-Venezolana», aún siguen frescas aquellas imágenes de URIBE abrazando a CHÁVEZ, caminando con él, vistiéndolo con atuendos paisas y dándole la mano como si se tratara de su «Nuevo mejor amigo». Entonces, no les parecía tan «Canalla» como ahora llaman a su sucesor NICOLÁS MADURO, quien no solo enarboló sus banderas sino que aplicó sus prácticas socialistas y llevó a su pueblo a la tragedia humanitaria que hoy vive.
Como dice el viejo dicho popular: «Cría cuervos, y te sacarán los ojos«