DURANTE el Gobierno de ÁLVARO URIBE VÉLEZ, dos de sus más cercanos asesores cumplieron un rol determinante dentro del plan uribista de desacreditar a los magistrados de las altas cortes, políticos opositores y periodistas investigadores: CÉSAR MAURICIO VELÁSQUEZ y EDMUNDO DEL CASTILLO, se encargaron, entre otras misiones, de filtrar a ciertos medios de comunicación, la información recolectada de forma ilegal por el DAS, a través de chuzadas, seguimientos e interceptación de sus comunicaciones privadas y públicas.
El periodista VELÁSQUEZ, en su calidad de Consejero para las Comunicaciones, era quien escogía la información que le entregaba el DAS, la transformaba en noticia y la enviaba a los medios de comunicación afectos a su patrón, el entonces presidente URIBE, mientras que DEL CASTTILLO, asesor jurídico del Palacio de Nariño, se encargaba de contactar a los jefes y directores de esos medios, a quienes les «sugería» la publicación de las noticias contra los magistrados, bajo el argumento de ser «primicias informativas».
Fue así como a canales privados de Televisión, columnista de opinión de Derecha, directores de emisoras mañaneras y una revista, llegaban varias de las informaciones mediante las cuales se desacreditaba a los magistrados que investigaban a los esbirros del uribismo, así como a aliados políticos, congresistas de su partido y familiares.
Una «Empresa» Criminal
Por estos hechos, y otros igualmente graves y criminales, la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la condena de 63 meses de cárcel (5 años, 3 meses) contra los dos otrora poderosos asesores uribistas, en el entendido de que quedó demostrado que con sus actos incurrieron en varios delitos, principalmente el de Concierto Para Delinquir.
En su momento, la Fiscalía General dejó en claro que desde el DAS, en contubernio con los asesores presidenciales y otros altos funcionarios, se creó toda «una empresa criminal» que con su actuar violó elementales derechos fundamentales de quienes fueron declarados «Objetivos» de los seguimientos hechos desde el DAS, en los que además participaron directamente las directivas de este organismo de seguridad, su directora MARÍA DEL PILAR HURTADO y sus subdirectores y jefes de unidades, que igualmente ya están condenados y pagaron largas penas de prisión por los mismos delitos.
Las actividades delictivas de esta «Empresa criminal» de la que hicieron parte los hoy condenados, llegaron inclusive hasta las entrañas mismas de la Corte Suprema de Justicia, donde los agentes del organismo plantaron micrófonos ocultos, para escuchar los debates sobre los expedientes que la Sala Penal seguía contra congresistas y aliados uribistas.
También grabaron de manera subrepticia a varios magistrados investigadores de la misma Corte, quienes llevaban las investigaciones de la llamada «Parapolítica», en las que estaban vinculados varios congresistas, alcaldes, gobernadores y concejales uribistas que se reunieron y pactaron con grupos paramilitares. Por órdenes que llegaron directamente desde Palacio de Nariño, se camuflaron micrófonos en chaquetas y vestuario personal, a través de sofisticados equipos de grabación previamente acondicionados por el mismo DAS, con la ayuda de jefes paramilitares presos en cárceles del país..
Esos videos, grabaciones y fotografías, eran enviados a los directores de los medios amigos del uribismo, para que fueran publicados como «Grandes primicias informativas», así como a columnistas de opinión de los más reputados periódicos de la época.
«La finalidad no era otra que afectar y deslegitimar a quienes, como la Corte y su investigación conocida como parapolítica, que afectaba a políticos y familiares cercanos al Presidente de la República de la época, se consideraban opositores del Gobierno«, deja en claro el fallo.
Uno de los casos más emblemáticos fue el de la congresista YIDIS MEDINA, a quien le investigaron sus cuentas y movimientos bancarios y financieros y le «montaron» un Falso Positivo Judicial, para incriminarla en un supuesto secuestro, por el que incluso alcanzó a ser condenada en primera instancia, siendo enviada y a prisión.
Después se descubrió que se trató de un montaje hecho por el DAS, en respuesta a que la entonces parlamentaria se convirtió en testigo de cargo contra URIBE y develó la forma como, por orden del Gobierno, compraron votos en el Congreso para garantizar la aprobación de una Ley que autorizara una segunda reelección del jefe de estado. El material fílmico y fotográfico recaudado falsamente por el AS, fue enviado a varios medios de comunicación para que lo publicaran y de esa forma se desprestigiara el testimonio de la señora MEDINA..
Orden de Captura
La decisión, que fue asumida por una sala de Conjueces, la Corte Suprema deja en claro que los dos ex funcionarios son CULPABLES porque, además de que se les demuestra sus conductas criminales, traicionaron la confianza depositada en ellos por la Sociedad, además de que atentaron contra los derechos sagrados de sus víctimas, al intentar hacer púbicas actividades íntimas y familiares de sus «Objetivos», para desacreditarlos ante la Opinión Pública.
La Corte le otorga a DEL CASTILLO el beneficio de la «Casa por Cárcel», en el entendido de que ha comparecido al proceso y se encuentra en Bogotá, mientras que al periodista VELÁSQUEZ le libra orden de captura, pues ha estado fuera del país, huyendo, protegido y refugiado entre el círculo del «Opus Dei«, poderosa congregación católica allegada al Vaticano, en Roma Italia, donde fue embajador del gobierno Uribe.
Velásquez posesionándose ante el Papa
«De acuerdo con lo expuesto por los funcionarios del DAS involucrados, «había una clara presión por parte del alto gobierno para que se recopilara información destinada a desacreditar a la Corte». Y agrega que Velásquez fue uno de los destinatarios de esa información…»
Uno de tales casos más evidente fue el de la filtración a la Revista Semana de la época, de una Carpeta denominada «Paseo», referida así en referencia a un viaje que varios magistrados hicieron a la ciudad de Neiva, donde participaron en un Foro jurídico, al parecer auspiciado por un personaje de oscuro pasado, con algún vínculo con un presunto testaferro del narcotráfico.
«Una foto del anfitrión de tal evento, que además también estuvo en la posesión de un fiscal general, fue enviada a la Revista Semana, por orden de los asesores de Palacio, un viernes por la tarde, cuando la revista estaba al límite de horario para cerrar su edición, pero no calcularon que la imagen enviada a la revista, era falsa, no correspondía al personaje que creían que era«, le explicó a este portal un investigador del CTI de la época, que hizo parte de las investigaciones contra el antiguo DAS.