• Mié. Nov 20th, 2024

Chivas Y Crónicas

"Chivas y Crónicas", el periódico virtual dirigido por Juan Carlos Giraldo Palomo, es un espacio dinámico y comprometido con la difusión de noticias relevantes y crónicas impactantes. Con un enfoque fresco y una mirada perspicaz, nuestro objetivo es informar y entretener a nuestra audiencia, ofreciendo una cobertura completa de los acontecimientos más destacados. Desde noticias de última hora hasta crónicas detalladas, "Chivas y Crónicas" te mantiene al tanto de todo lo que sucede en el mundo, con la pasión y el profesionalismo que nos caracterizan.

Durante el siglo XX, el cultivo ilegal de marihuana en América Latina se convirtió en uno de los negocios más lucrativos del mundo. Sin embargo, a medida que la legalidad entra en juego en el siglo XXI, esta industria se ha vuelto mucho menos atractiva en la región.

Países como México, Colombia y, en años más recientes, Paraguay, han albergado grandes industrias de producción ilícita de marihuana, conocidas tanto por su violencia como por sus ganancias. Sin embargo, varios gobiernos latinoamericanos han tomado medidas hacia la normalización gradual del sector, siguiendo el ejemplo inicial de Uruguay, que legalizó el cultivo en 2013.

Hoy en día, la marihuana con fines medicinales es legal en naciones como Argentina, Chile, Colombia, México y Perú. Según estimaciones de la consultoría Euromonitor, la industria mueve más de 170 millones de dólares anuales en la región. A pesar de esto, el mercado legal de la marihuana ha afectado a la rentabilidad de los cultivos ilegales en América Latina.

«El mercado de la marihuana está experimentando cambios significativos, lo que presenta nuevos desafíos y oportunidades para los actores de la industria»

En el siglo XX, Colombia se convirtió en uno de los mayores productores clandestinos de marihuana de América Latina, después de México. Durante este período, conocido como la «bonanza marimbera», el país sudamericano experimentó un auge en la producción de esta sustancia, antes de que los grandes carteles de cocaína tomaran el control de la industria.

Sin embargo, en 2016, Colombia se convirtió en el quinto país del mundo en legalizar y regular la marihuana con fines medicinales, después de México y Uruguay. A pesar de esto, según el dirigente gremial Miguel Samper, Colombia se ha quedado rezagado en el desarrollo de la industria de la marihuana.

Aunque el gobierno colombiano ha autorizado 57,000 hectáreas para el cultivo legal del cannabis, la mayor cantidad en América Latina, solo alrededor del 1% de estas hectáreas están siendo utilizadas efectivamente para el cultivo. Además, Samper estima que para el 2022, aproximadamente una de cada tres de las 1,300 empresas con licencia oficial para cultivar se retiraron del negocio.

Según Samper, uno de los principales problemas del sector es la falta de un mercado para la producción local en la industria farmacéutica. El gobierno aún no ha autorizado la fabricación industrial en Colombia de ningún medicamento elaborado con base en el cannabis cultivado en el país.

Desmitificando la industria de la marihuana legal: separando los hechos de la ficción

En la región, el caso de Colombia no es el único ejemplo de expectativas frustradas en la industria del cannabis.

En primer lugar, a pesar de la legalización parcial, el fenómeno criminal relacionado con los cultivos ilícitos de marihuana no ha disminuido significativamente.

Según Henriquez, «El mercado ilegal de cannabis sigue siendo significativamente más grande que cualquier mercado legal». Además, su estimación es que el mercado ilícito seguirá creciendo en el futuro.

El consumo de cannabis en América Latina es muy bajo en comparación con Estados Unidos, donde el consumo per cápita es de 88 dólares al año, mientras que en América Latina es de apenas 1 dólar, según el analista senior de la consultora Euromonitor, Erwin Henriquez. En una entrevista con la BBC Mundo, Henriquez desmiente algunas ideas falsas que se han generado en torno a la industria del cannabis en la región.

Aunque la legalización del cannabis podría eventualmente disminuir el mercado ilícito, Henriquez aclara que no es una solución inmediata para este problema. Aunque la industria legal del cannabis en Canadá ha superado en tamaño a los cultivos ilícitos, Henriquez señala que la legalización no garantiza una eliminación completa del mercado ilícito.

Algunos esperaban que la legalización del cannabis en América Latina permitiría grandes oportunidades de exportación a Estados Unidos, pero Henriquez explica que el mercado legal de cannabis en Estados Unidos tiene la capacidad de satisfacer su propia demanda, y que es posible que los mercados de exportación más atractivos sean los de Medio Oriente y Asia.

El mercado recreativo de cannabis se presenta como una gran oportunidad para la industria en América Latina, pero Henriquez enfatiza que todavía hay muchos retos por enfrentar. En resumen, aunque la industria del cannabis tiene un gran potencial en América Latina, es importante ser realistas sobre las expectativas y desafíos que se presentan.

Las multinacionales tienen una presencia significativa en diferentes industrias a nivel global, y el mercado del cannabis no es la excepción.

Varios gigantes del sector alimentario, farmacéutico y de bebidas alcohólicas han mostrado interés en la legalización y comercialización de productos a base de cannabis.

Por ejemplo, empresas como Coca-Cola, PepsiCo y Nestlé han manifestado su interés en el mercado del cannabis en algunos países, mientras que gigantes farmacéuticos como Novartis y Bayer ya han invertido en compañías de cannabis medicinal.

Esta presencia de grandes empresas puede ser vista como una oportunidad para el crecimiento y la estandarización del mercado, pero también puede generar preocupaciones sobre la concentración del poder y la competencia desigual con pequeñas empresas locales.

El líder sindical afirmó que, a pesar de que la ley colombiana exige que todas las empresas que participen en el mercado se constituyan legalmente en el país, varias de las principales compañías han contado con participación de capital extranjero.

Un lucrativo negocio de empresas canadienses para cultivar y procesar marihuana a gran escala en Colombia

Petro se refirió a esta situación apenas cuatro días después de asumir su cargo, el 11 de agosto de 2022, cuando dijo en un discurso: «¿Será la multinacional canadiense la que se quede con los dólares y haga las plantaciones de cannabis? ¿O serán los campesinos de cannabis de la región colombiana del Cauca? ¿Por qué no pueden ellos?».

Según Miguel Samper, la participación de multinacionales en el mercado del cannabis medicinal se debe a las grandes inversiones necesarias para cumplir con los altos estándares de calidad de la industria farmacéutica global.

El portavoz empresarial asegura que, sin descuidar la salud pública, un eventual mercado de marihuana recreativa no tendría que contar con barreras tan altas para ingresar y, por lo tanto, habría más campesinos locales participando en las ganancias, especialmente si el gobierno relaja los requisitos actuales para obtener una licencia.

Samper estima que cada hectárea de cultivo de marihuana legal en producción en Colombia genera 20 empleos directos y casi 18 indirectos.

Teniendo en cuenta que el país sudamericano ya cuenta con más de 56,000 hectáreas autorizadas pero aún no cultivadas, el potencial de crecimiento del empleo en el cannabis también es bastante amplio.