En medio de la crisis que atraviesa el departamento de Caquetá en Colombia, un nuevo capítulo se ha escrito en la larga historia de violencia y conflicto que ha asolado esta región durante décadas. En esta ocasión, la asonada de los policías que custodian la base petrolera de Esmerald Energy ha dejado al descubierto la precaria situación de las fuerzas del orden y la falta de recursos y apoyo que sufren en esta zona.
DESAMPARADOS Y a merced de la "Guardia Indígena Ambiental", quedaron los agentes del Gaula de@PoliciaColombia, en zona rural de San Vicente del Caguán, Caquetá. Algunos fueron golpeados y se registra una muerte. pic.twitter.com/VjiwIDsYHZ
— @noticias_sincontrol (@NSincontrol) March 2, 2023
El audio que ha circulado en redes sociales muestra el desesperado llamado de un policía herido que pide auxilio a su superior, quien parece estar ausente o incapaz de responder a la situación. «Mi general, Dios y Patria, mi general, ¿qué pasa? un apoyo. Dos horas aguantando, mi general. Dos horas, mi general. Tengo un compañero gravemente herido, mi general (…) ¿qué pasa? El Ejército no sirve para un culo. Tienen que mandar el Encar (grupo de carabineros) que nos apoyen (…) dos horas esperando un helicóptero…». Estas son las palabras que revelan la impotencia y la frustración de los policías, que luchan por sobrevivir en un entorno hostil y sin las herramientas necesarias.
La situación en Caquetá es compleja y preocupante. El conflicto armado que ha afectado al país durante más de medio siglo ha dejado una huella profunda en esta región, que ha sido escenario de enfrentamientos entre las fuerzas militares y grupos armados ilegales, como las FARC. A pesar de que se firmó un acuerdo de paz en 2016, los efectos de la violencia persisten y se manifiestan en formas diversas, como la extorsión, el narcotráfico y el reclutamiento de jóvenes.
En este contexto, la labor de las fuerzas del orden es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de la población civil, así como de los trabajadores y empresarios que desarrollan actividades económicas en la zona. Sin embargo, la falta de recursos, la desorganización y la corrupción han debilitado la capacidad de las fuerzas del orden para cumplir con su deber, lo que ha generado un clima de inseguridad y desconfianza entre la población.
Es necesario que las autoridades tomen medidas concretas para fortalecer las capacidades de las fuerzas del orden en Caquetá, a través de la inversión en infraestructuras, la formación y capacitación de los efectivos, el mejoramiento de los sistemas de comunicación y la lucha contra la corrupción. Asimismo, es importante promover el diálogo y el entendimiento entre las diferentes comunidades y sectores involucrados en el conflicto, para construir una paz sostenible y duradera.
El llamado de auxilio de los policías en Esmerald Energy es un testimonio desgarrador de la difícil situación que enfrentan las fuerzas del orden en Colombia. La violencia y la inseguridad no son el destino inevitable de esta región, y es posible construir una realidad más justa y pacífica. Para lograrlo, es necesario el compromiso y la acción decidida de todas las partes involucradas, en favor del bien común y la protección de los derechos humanos.